martes, 23 de marzo de 2010

MIL Y UN TRUCOS PUBLICITARIOS DE DUPONT

Luc Dupont, uno de los mejor publicistas del mundo, acaba de lanzar su nuevo libro "1001 trucos publicitarios" .
En una sección del libro, dadicada a los titulares publicitarios, nos aconseja no elaborar con más de 7 palabras nuestros titulares porque la mente del ser humano, dice Dupont, está programada para retener un número de 7 cosas a la vez (7 palabras, 7 imagenes, 7 olores, etc.)
Por lo cual nos da siete recomendaciones para redactar un buen titular:
  1. Que su titular tenga 7 palabras.

  2. Incluya la marca

  3. Sólo ofrezca una cosas y asegurese de que sea diferente.
  4. Sea específico, concreto y defenitivo.

  5. Use argumentos positivos "la gente contenta compra más".

  6. No haga malabares idiomáticos.

  7. Trate de emocionar o sorprender.

Lo mejor de todo que ya esta en nuestra biblioteca de la Universidad SMP ;)

DEFINICIÓN DE LA PALABRA VIRTUAL

El Diccionario de la RAE presenta la definición de la palabra ‘virtual’, que viene haciendo una carrera tan exitosa desde la explosión del auge de las computadoras y de la Internet. El vocablo fue adoptado en el terreno de la informática pensando en su primera acepción y también en la tercera, usada en la Física, más precisamente en la Óptica, para referirse a algo "que tiene existencia aparente y no real" y en la Mecánica para definir el concepto de "velocidad virtual". En la analogía creada en el mundo de las computadoras, cuando se habla de una "reunión" de personas que se encuentran en lugares distantes, se encuentran en un lugar virtual. Tampoco cabe disentir de la expresión realidad virtual, que designa el efecto producido por estímulos visuales, auditivos e incluso táctiles que le dan la sensación de vivir en una realidad diferente, como ocurre en los simuladores de vuelo o en algunos programas para arquitectos que permiten visitar una casa que está a la venta desde su propia computadora. No son reales, son virtuales, como nos indica la definición del diccionario. Sin embargo, muchos usuarios de computadoras que no saben de dónde proviene este término ni por qué se lo usa al hablar de reuniones, de tiendas o de otras entidades virtuales, han adoptado este adjetivo para referirse incorrectamente a todo lo que tenga que ver con informática o con la Internet.

Hace algunos días, un amigo que acababa de comprarse unos libros a través de la Red me comentó que había hecho "unas compras virtuales". Aunque las hubiera hecho vía Internet, sus adquisiciones no tenían nada de virtual, eran bien reales, como mostraban los gruesos y pesados volúmenes que mi amigo se disponía a leer.Millones de personas hoy hacen amigos a través de sus conexiones electrónicas, pero no importa cuál haya sido la forma de establecer estas relaciones se trata siempre de personas reales, con pasiones y sentimientos, no son amigos virtuales, como muchos suelen decir.Una amiga que se pasa muchas horas por día sentada ante su computadora suele quejarse de que tanto tiempo virtual no le deja un momento libre para, por ejemplo, leer un libro. No creo que haya sido un consuelo, pero tuve que explicarle que el tiempo que se pasa sentada ante su computadora es bien real.Resumiendo, debemos tener en cuenta que si un fenómeno se refiere a los números dígitos, del uno al diez, o a los instrumentos que cuentan estos números podemos calificarlo como digital, pero no siempre como virtual. Y si un fenómeno ocurre merced al uso de la tecnología electrónica, podremos calificarlo como electrónico, pero no siempre como digital ni como virtual.

La edad ya no constituye un factor determinante para la relación con la tecnología

Después de la aparición de la Internet, la sociedad comenzó a cambiar el consumo de medios y se implementaron dos nuevas categorías: los nativos digitales, aquellas personas que nacieron tras la explosión informática, y los inmigrantes digitales, aquellos que vivieron la “era analógica”. Sin embargo, un estudio realizado por StrategyOne para Motorola, afirma que el agujero generacional ya no es tan profundo.
Según constata el informe, que los tres grupos reconocen el papel que ocupan las nuevas tecnologías. De este modo, el 75% de los nativos digitales expresaron que los avances técnicos los ayudan a organizar sus vidas, mientras que las cifras de la “generación x” (74%) y de los “boomers” (66%), se encuentran en similares proporciones. Manteniendo la franja porcentual, el 80% de los “nativos digitales” aseguraron no poder vivir sin Internet, mientras que los “boomers” y la “generación X” empataron con el 78%.
“Los resultados han demostrado el gran impacto que han causado las tecnologías de conexión de red en la integración de las distintas facetas de la vida de la gente”, explica Dan Moloney, presidente de la unidad de negocios de Motorola. Por su parte, Eduardo Conrado, gerente de marketing asegura que los proveedores de servicios y las empresas de tecnología están comenzando a proveer servicios de video, comunicaciones e información de una manera más agresiva entre los múltiples dispositivos. No obstante, si la clave para el éxito de estos nuevos servicios es la aceptación, la adopción y la lealtad del consumidor, entonces es fundamental comprender a la perfección el modelo de influencia de dicho consumidor y desviar nuestras estrategias de desarrollo y marketing para alinearnos con los hábitos y las influencias del consumidor.

domingo, 21 de marzo de 2010

La Pobreza como Eternidad

¿Por qué no nos dicen la verdad de una vez por todas?
Gianfranco Castagnola reseña, en “Perú 21”, que según la revista Newsweek el mundo, creciendo a un 5% anual, ha vivido una etapa de prosperidad virtualmente unánime entre los años 2003 y 2007.
Sin embargo -añade- el hecho de que los pobres estén consumiendo más y de que China y la India estén trotando tan entusiastamente hacia el desarrollo, ha producido, a partir del 2008, un frenazo mundial, un “recalentamiento” por demanda y, por tanto, una inflación que sólo puede combatirse ralentizando el crecimiento.
La verdad es que no capto qué lógica perversa es ésta de la economía “cada vez más globalizada”.

Cuando las cifras están en rojo, las iras y las revoluciones merodean. Y es que los pobres no ven ninguna luz al final del túnel.
Pero cuando los pobres mejoran en algo sus ingresos y adquieren los productos que las clases medias y altas de las sociedades desarrolladas compran todos los días, entonces aúlla el fantasma de la inflación y la orden es retroceder y detener la expansión. Esto trae consigo una recesión, que devuelve a los pobres a esa condición que el modelo de desarrollo se esmera en considerar natural y vitalicia.
Y la paradoja es que cuando las cifras son azules, los ricos duplican sus ingresos mientras que los pobres de muchos países pasan -para citar el caso del Perú- de 44 a 40 por ciento de la población. (Habría que preguntarse, sin embargo, si ese 40 por ciento no ha vuelto a crecer en estas semanas con inflaciones provinciales de alimentos del 12 al 15 por ciento en algunos casos).
Y, como lo subraya Castagnola, una inflación que amenaza a todos impide la baja de las tasas de interés, con lo que el capital para reactivar la economía desaparece o escasea.
O sea que si estamos bien, las cosas irán mal. Y si estamos mal, como casi siempre en el tercer mundo, las cosas irán peor. Y si van mucho peor, entonces las plazas se llenarán de clamores y los políticos llamarán a sus ejércitos para que “el orden se restablezca”, “y el progreso sea posible”, “y la subversión sea derrotada”, “y el populismo no pueda regresar”. O sea, todo eso que dicen aquí los sobones del Canal 7 y los pinches del campo fujiaprista.
¿Serán los pobres imprescindibles para la marcha del modelo? ¿Será el Desempleo del tercer mundo una necesidad en la composición del costo de las mercancías? ¿Es que es imposible que la economía invente fórmulas que sirvan a todos? ¿Es que no todos somos seres humanos? O dicho de otro modo: ¿es la pobreza una condena perpetua? ¿No nos dijeron que era un accidente pasajero del que podía salirse cumpliendo la normatividad internacional?
Es como si el tren del progreso se hubiese llenado y pasase, como una bala, sin parar en ninguna estación de Desamparados. Como si el mundo donde se come tres veces al día y se sale de vacaciones con la familia fuese ya un club sin vacantes.
Mientras tanto, el país que inventó el mundo actual y voceó por todas partes cuáles eran los secretos para obtener riqueza –mercado libre, seriedad en el gasto público, igualdad ante la ley-, impide ahora el libre flujo de mercancías con su proteccionismo irreductible, padece el más pavoroso déficit fiscal de toda la historia de Occidente y ha creado una clase de ricos mafiosos que están más allá de toda ley (empezando por el vicepresidente Cheney).
No sólo eso. Ese país, que en 1945 tenía la razón y mantenía un puñado de ideales por los que valía la pena luchar, fabrica cada año un presupuesto de Defensa con cuyo monto podría superarse el problema del hambre a nivel mundial, invade y bombardea países des-soberanizados a los que acusa de tener armas que jamás tuvieron y trata al mundo, en general, como Rusia trata a Georgia o a Chechenia.
Y más: ese país, que es también el de Chomsky felizmente, está empeñado en depredar santuarios naturales para agujerearlos en busca de petróleo -porque no ha firmado el Protocolo de Kyoto, a pedido de las petroleras y sus plumarios- y ahora destina tierras de cultivo a sembrar trigo y soya que saciarán el hambre de su desmesurado parque de automóviles (lo que contribuye a la inflación mundial, por supuesto).
Los bonos estadounidenses que compra China han impedido la quiebra técnica de los Estados Unidos. Pero si los 800 millones de chinos pobres empiezan a mejorar su nivel de consumo, entonces viene la crisis y la inflación. Y mientras todo esto ocurre, la Europa sin Churchill pero con Brown, sin Adenauer pero con Merkel, sin De Gaulle pero con Sarkozy –la Europa ínfima de hoy-, ha dejado de pensar, retoza en su seguidismo, es el viejo mundo recluido en su egoísmo y que ya nada ansía descubrir.
¿Y a esto se le llama orden internacional? Si este es el orden internacional –y lo es-, entonces me declaro, oficialmente, anarquista mundial y réprobo sin culpa.

jueves, 11 de marzo de 2010

(RSE) Hagamos un Mundo Mejor

Ya sea por la presión de sectores sociales, pero también por decisión propia, muchas empresas nativas o multinacionales han comenzado a poner en práctica políticas que benefician a sus trabajadores y al entorno en el que operan. Sus propietarios parecen haber entendido que su compromiso con la sociedad no solo consiste en el pago justo oportuno de impuestos. En realidad el compromiso de las empresas es mucho más grande.

Y este enfoque que comienza a ser escogido con sorprendente aceptación en el mundo de los negocios –bajo el novísimo concepto de Responsabilidad Social Empresarial(RSE)- adquiere en el caso peruano especial significación a propósito de los constantes conflictos entre los cetros poblados, comunidades campesinas u empresas mineras. En un país con niveles de pobreza y extrema pobreza que alcanza a la mitad de la población, los empresarios no pueden concertarse únicamente en el lucro y mostrarse indiferentes frente al drama del atraso económico o el desempleo del entorno que los rodea.

Si extraen recursos económicos no renovables de enclaves productivos situados en medio de área social y económicamente postergadas, es necesario que dichas empresas busquen alternativas para cuando dichos recursos desaparezcan y compensen el impacto que si acción pueda acarrear sobre otros.

Cada vez son más los hombres de negocios que se convencen cada vez más de establecer una dimensión ética y solidaria en sus panes estratégicos. Ocurre que, mirándolo bien, la pobreza afecta a todos, incluso a la empresa privada pues limita su crecimiento. Lo cierto es que la RSE trasciende el altruismo y la filantropía convencional. No es caridad ni compasión, tampoco debiera partir del marketing. De lo que se trata es que el sector privado contribuya a reducir los índices de pobreza y se interés por el bienestar y la realización de los trabajadores que lleguen cada mañana a sus centros de producción. Se ha dicho también que la RSE es una estrategia corporativa que busca evitar daños y producir beneficios tanto a al empresa como a ala comunidad.

Y eso ocurre cuando se han los máximos esfuerzos para preservar el medio ambiente, cuando se reducen los riesgos de accidentes laborales. Comprarle su cosecha ala agricultor con precios justos, crear guarderías para los hijos de los trabajadores o preocuparse por la calidad de vida de sus familias nos es tarea de hombres bondadosos, sino de ciudadanos del punto donde termina sus derechos y empiezan sus obligaciones.

Y este compromiso puede ir incluso mas allá de las expectativas que tiene la comunidad respecto a una compañía o de lo que dicta la ley. En un país donde a menudo se denuncias casos de publicidad engañosa, de publicidad que promueva la discriminación racial o de género, el tema de la responsabilidad social de las empresas cobra plena vigencia

martes, 9 de marzo de 2010

Documental- La Corporacion



En el siglo XXI las corporaciones se han convertido en las instituciones más poderosas del mundo. Los países más pobres se han visto obligados a subsistir bajo el capitalismo, mientras que los países desarrollados viven segados por el consumismo que la publicidad se encarga de inyectarle en las mentes todos los días.
En el siguiente video vemos como las corporaciones son las protagonistas de este sistema comercial donde el poder y el dinero los mueve de forma azotante hacia las masas más débiles.
Se imagina una niña de más o menos 12 años varada en los desiertos de África con hermanos mas pequeños que ella, buscando una forma de subsistir. De repente en un gran avión como bajado del cielo llega Mcdonals ha instalar su enorme fortuna, y hace un trato con la niña. A cambio de su trabajo él le dará unos centavos para que sus hermanos se vistan y coman tres veces al día, ella piensa: ésto ya es algo grande! y lo va hacer aunque tenga que trabajar 16 horas diarias y viva y coma para que al día siguiente pueda levantarse a trabajar otra vez.
Esta realidad es fria y druda pero a las empresas le conviene, y lavan nuestras mentes por medio de la publicidad para que nunca se de otra forma.
Xaviera

domingo, 7 de marzo de 2010

¿Alguna vez te preguntaste de dónde salen las cosas que usamos y adónde van a parar después que las echamos a la basura?


Todas las cosas que hay en nuestra vida traen consecuencias sobre las comunidades a lo largo de todas las etapas que transitan: desde la extracción de recursos para fabricarlas, a su producción, venta, consumo y disposición. Sin embargo, la mayor parte de esto se oculta. La historia de las cosas –The Story of Stuff - presenta una mirada dinámica y fundamentada sobre el lado oculto de nuestros patrones de producción y consumo y hace un llamado a que nos unamos para crear un mundo más justo y sustentable. Les va a enseñar cosas y puede cambiar para siempre la forma en que ven las cosas.

sábado, 6 de marzo de 2010